lunes, 30 de diciembre de 2013

DESAPARECIDOS: ¿Y DÓNDE ESTÁ EL PILOTO?


       Para los integrantes del Gobierno y sus adherentes este Diciembre que ya se termina, se ha hecho larguísimo. Cuando habían puesto todos sus ruegos (y muchos gendarmes) enfilados a que no se repitieran los saqueos, saltó la térmica. Buena parte de la población mira con atención la lamparita, esperando que vuelva a encenderse o que no se apague durante la noche y arruine el descanso.


Pero la falta de energía eléctrica ha tenido dos resultados negativos para la administración. Uno era previsible; los damnificados cortan calles y prenden fuego. El otro no era tan previsible; los cortes produjeron en algunos funcionarios una mudez estruendosa,  a otros el calor parece haberles producido lesiones cerebrales, dado que solo balbucean incoherencias. Nadie acierta a dirigirse a la población con algún tipo de discurso que le dé al menos una esperanza de mejorar su situación.

Desde los medios claramente alineados en la oposición se reclama la palabra presidencial. No es inocente; saben que no hay nada bueno para decir y que, por tanto, nada se dirá. De paso algunos operan para las empresas reclamando libertad de tarifas y el fin de los subsidios para que “puedan invertir”. Como si en este capitalismo de rapiña que el kirchnerismo no ha querido cambiar, las empresas tuvieran algún otro interés que maximizar su ganancia sin importar cómo. El argumento es falaz: en las provincias, donde no existen subsidios y el costo de la energía eléctrica o el gas multiplica por 7 u 8 el de Capital y Gran Buenos Aires, tampoco hubo inversión y los cortes abundan. Ni siquiera hay diferencias entre empresas provinciales estatales y privadas.

Y ese es uno de los meollos de la cuestión: los subsidios a la energía son insostenibles, pero el costo político de quitarlos puede resultar terminal para un Gobierno que no para de caer en la consideración de la gente. Estamos en un círculo vicioso; si se quitan los subsidios pueden incendiarse socialmente Buenos Aires y el conurbano. Si se dejan los subsidios, no solo tienen las empresas excusa para no invertir, si no que revienta el presupuesto, hay que emitir más moneda, seguir devaluando y acelerar la inflación. Game over.

Un amigo me hacía notar que menguó muchísimo en los foros de internet la presencia de acérrimos defensores del Gobierno. No sólo eso; la nave insignia de la bajada de línea oficialista, el ultrajustificadordecualquiercosa 678, ha dedicado sus últimas emisiones a repetir programas ya emitidos. No hay respuestas y por tanto lo mejor es borrarse. La aceleración de la inflación, las rebeliones policiales, los saqueos, los cortes de luz, el ascenso de Milani, por mencionar sólo lo coyuntural de este Diciembre, NO ESTABAN CONTEMPLADOS EN EL DISCURSO OFICIAL. Mientras se elabora uno nuevo y se preparan las fuerzas del orden para lo que viene, han dejado el escenario vacío.

Como símbolo final, el Mausoleo de Nestor-Él, construido por el amigo-socio-testaferro, ha comenzado a derrumbarse.

Esperemos que aguante. Todavía faltan dos años.

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